Ideas para fomentar
la vida de piedad
[Mariano Bailly-Bailliere. Escritos ARVO]
Orientarles desde pequeños, en el amor a la Sagrada Eucaristía y a la
Santísima Virgen.
Cuidar que las devociones y actos de piedad, desde pequeños, tengan un
contenido teológico que van entendiendo poco a poco.
Los
padres deben enseñar a rezar, pero deben explicar también a quién se reza
y por qué se reza.
No
abandonar nunca el "seguimiento" de los niños en las oraciones diarias,
como el ofrecimiento de obras y lo que recen al acostarse.
Que
el rezo en familia se haga con respeto. Cuidar las posturas. No es lo
mismo rezar que jugar o ver la tele. La actitud debe ser otra.
Buscar la manera, sin ahorrarse sacrificios -los padres y los hijos- de
rezar el Rosario en familia. Los más pequeños pueden rezar algunos
misterios, de acuerdo con su edad. Organizar el estudio, el descanso, las
horas de llegada, etc., para que se rece el Rosario. Razonarlo.
Acudir con los hijos a la Santa Misa, siempre que se pueda. Cuando son
pequeños ir explicándoles, poco a poco, los cuatro fines de la Misa, para
que se acostumbren y aprendan a valorarla.
Cuidar especialmente la compostura en la Iglesia. Hacerles notar que el
Señor está real y verdaderamente presente.
Cuidar los atuendos. No se debe ir a la Iglesia, y menos a la Santa Misa
el domingo, por ejemplo, con ropa de deporte. Hay que enseñarles a
distinguir una cosa de otra.
Preocuparse de que guarden el ayuno eucarístico.
Enseñarles a prepararse para ir a comulgar, con actos de contrición y de
amor de Dios.
Enseñarles a dar gracias después de la Comunión, descendiendo a detalles
concretos.
Permanecer dando gracias un rato, explicándoles que el Señor está todavía
dentro de nosotros realmente. Dar ejemplo.
Explicarles desde pequeños el significado de las distintas fiestas
litúrgicas.
Que
asocien desde pequeños el dolor, la contrariedad, el esfuerzo, el trabajo,
con la reparación y la corredención. Hay que ir dándoles razones
"poderosas" que luego les sirvan de apoyo.
Ayudarles a que sean constantes en la oración y demás prácticas de piedad.
Ayudarles cuando llegan a los 11-13 años a superar los respetos humanos,
la vergüenza a que les vean rezar. Saber los padres que el ambiente
favorece en muchos casos a que los tengan.
Explicarles por qué se escogen determinados lugares de veraneo, en vez de
otros con ambientes donde se ofende a Dios, de modo que también ellos
asuman esta decisión.
Enseñarles desde pequeños que ninguno de los bienes materiales que poseen
les pertenece plenamente. No tienen derecho a romper los juguetes que les
han regalado.
Enseñarles a mirar la Cruz cuando les cueste entregar algo. Al fin y al
cabo todo lo que tienen lo han recibido de Dios. La entrega de Cristo en
la Cruz es nuestro ejemplo.
Cuidar de que una parte de su dinero la entreguen como limosna. Que
ahorren para hacer regalos a sus padres y hermanos.
Fomentar las acciones de gracias desde pequeños. El agradecimiento nos
lleva a corresponder y a ser generosos con quien primeramente nos ha hecho
el bien.
Ejercitar obras de misericordia corporales, acompañados de los hijos, de
modo que el contacto con los que sufren, con los desheredados, sea,
además, el mejor antídoto contra el aburguesamiento.
Oraciones para rezar
en familia
[Del
libro
"Hablo a mis
hijos de Dios" de Josefina Caprile de García Llorente]
“La
familia que reza unida, es capaz de resistir
todas
las pruebas”.
Beata Madre Teresa de Calcuta.
Cuenta una antigua
leyenda, que un niño estaba por nacer. Entonces, se dirigió a Dios con
estas palabras:
“- Me dicen que vas a enviarme mañana a la tierra,
pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
“- Entre muchos ángeles elegí uno para ti que está
esperándote; él te cuidará”
“- Pero dime: aquí en el cielo, no hago mas que
cantar y sonreír, eso basta para ser feliz”.
“- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y
tú sentirás su amor y serás feliz”.
“- ¿Cómo entender que la gente me hable, si no
conozco el extraño idioma que hablan los hombres?”.
“- Tu ángel te dirá las palabras mas dulces y mas
tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a
hablar”
“- Y, ¿qué haré cuando quiera hablar contigo?”.
“- Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a
rezar”.
“- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién
me defenderá?”.
“- Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia
vida”.
“- Pero estaré siempre triste porque no te veré más,
Señor”.
“- Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino
para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado?”.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo,
pero ya se oían las voces terrestres y el niño presuroso, repetía
suavemente:
“- Dios mío, si ya me voy dime su nombre. ¿Cómo se
llama el ángel”.
“- Su nombre no importa; tú le dirás: Mamá”.
Y a esta antigua leyenda,
le podemos agregar el nombre de un “segundo ángel” que también acompaña a
su hijo por el mundo: papá.
Algunas oraciones para
rezar en familia a lo largo del día:
ORACIÓN DE LA MAÑANA
Para los más chicos: que le manden un beso a Jesús y a la Virgen
María
Para los más grandes:
“Todos mis pensamientos,
todas mis palabras, todos mis deseos, te los ofrezco Señor en este día con
amor”.
O bien:
“Tuyo soy, para ti nací ¿Qué quieres Jesús de mí?”
ORACIÓN DE LAS DOCE
El
Ángelus.
ORACIÓN PARA BENDECIR
LA MESA
Para
los más chicos: “El niño Jesús que nació en Belén, bendiga esta mesa, y
a nosotros también”.
Para
los más grandes: “Bendice Señor a nosotros y a estos alimentos que
recibimos de tus manos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. El Rey de la
Gloria eterna nos haga partícipes del Banquete Celestial. Amén”.
También: “Bendice Señor
a estos alimentos y a todas las personas que han hecho posible que lleguen
a esta mesa”.
ORACIÓN PARA ALGÚN
MOMENTO DEL DÍA: EL SANTO ROSARIO
Tengamos en cuenta que, los últimos Papas han recomendado con especial
énfasis el rezo del Rosario. Es más, la Santísima Virgen María, Ella
misma, en sus apariciones en Lourdes y en Fátima, nos pide a todos que lo
recemos: “Rezad el Rosario todos los días”, repetía la Virgen a los
pastorcitos de Fátima en sus apariciones en 1917.
Así
hablo
Juan Pablo II en Nigeria “Alabo a todas las familias que rezan
juntas”... “Familias cristianas, el Papa os pide hoy que fomentéis la
oración en familia, la oración diaria en familia. Maridos y mujeres
juntos, los padres con sus hijos. Tened especial devoción al Rosario.
Rogad a María, madre de Cristo y madre de la Iglesia, la madre de las
familias católicas. Dios no dejará de bendecir a la familia que rece unida
en el nombre de su hijo, nuestro Señor Jesucristo.”
A
los chicos les resultará ameno, si hacemos una breve narración de cada
misterio. También les gustará dirigirlo.
MÁS ORACIONES A LA
VIRGEN MARÍA
“Dulce
Madre no te alejes, la vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes,
y solo a mí no me dejes”.
“Oh
Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a vos, y en prueba de
mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua,
mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre de
bondad, guárdame”.
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA
GUARDA
“Ángel
de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, si
me desamparas ¿qué será de mí? Ángel de mi guarde ruega a Dios por mí”.
ORACIÓN DE LA NOCHE
Para
los más chicos: “Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía.
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, y la Virgen María me cubre con
su manto”.
Para
los más grandes: tres Ave Marías.
“Jesús,
José y María les doy el corazón y el alma mía. Con Dios me acuesto, con
Dios me levanto, y la Virgen María me cubre con su manto. Adiós mi buen
Jesús y bendice a papá, a mamá, a ... Gracias por tantas cosas y perdón
Señor si hoy te he ofendido. Ayúdame a ser mañana mas bueno que hoy. Te
digo todo esto por intermedio de María Santísima, mi Madre del cielo”. |