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Lengua y literatura |
Comentario de texto:
Fragmento del "Cantar de Mio Cid"
v.35-54 del Cantar del Destierro
Es un fragmento del Poema del Mio Cid del comienzo del Cantar I “Cantar del destierro” [versos 35 a 54]. La acción está situada al comienzo del Poema, cuando salen de las tierras del Cid exiliados por orden del rey Alfonso VI y llegan a Burgos. Allí encuentran que sus habitantes están escondidos en sus casas, con las puertas fuertemente cerradas, temerosos de la orden del rey de castigar a quien dé auxilio o alimento al Cid. [LOCALIZACIÓN] En este texto, en concreto, ante la falta de respuesta de los dueños de la posada a los soldados del Cid, el mismo Campeador decide bajarse del caballo y llamar a la puerta. En ese momento sale una niña indefensa que le cuenta al Cid el motivo de su encierro. El Cid decide, para evitarles un mal, continuar el viaje con sus guerreros, no sin antes pararse a rezar en la iglesia de Santa María. [RESUMEN] Al estar situado al comienzo del primer Cantar, el juglar deja claro varios aspectos de la historia. Por un lado, la animadversión del rey al Cid, hasta el punto de castigar a quien le dé cobijo. El comprensible miedo del pueblo, ya que no tienen medios para defenderse del castigo; de hecho envía a una niña indefensa e inocente, quien no ha de mentir ni ser castigada. Y, principalmente, destacar las cualidades de buen caballero del Cid: "buen vasallo", acepta sin queja la orden del rey; "de buen corazón", es comprensivo con el pueblo, del que se aleja para evitarles un mal; y "buen cristiano", reza a la Virgen ante la adversidad. El tema principal sería la resignación del Cid ante su suerte. [EL TEXTO EN SU CONTEXTO] [TEMA] En cuanto a la estructura externa, estamos ante un cantar de gesta: versos irregulares (de unas dieciséis sílabas) con monorrima asonante [a–a].
En su estructura interna
podemos distinguir tres partes: Por sus características de texto narrativo, encontramos pocos recursos estilísticos. Cabe destacar la expresión “que en buena hora ceñiste la espada” [v.7], propio del carácter dignificador de las cualidades del Cid, y el pleonasmo “los ojos de nuestras caras” [v.12]. Junto a la función referencial predominante, encontramos la función expresiva en parte del parlamento de la niña y en el penúltimo verso: “emocionado rezaba”. [ANÁLISIS ESTILÍSTICO] Al ser un texto narrativo destinado a la recitación pública, el juglar utiliza el tiempo presente (dicen, responden…), además de en la alocución de la niña (prohíbe, podremos…), junto con el pretérito perfecto simple (aguijó, sacó…) y el pretérito imperfecto (se acercaba, golpeaba…) predominando los verbos de acción sobre los de estado. Los sustantivos son numerosos y concretos (guerreros, puerta, pie, niña, posada, cara, bienes…) y los adjetivos escasos y especificativos (lacre real sellada). La sintaxis es sencilla con abundantes oraciones coordinadas copulativas. En cuanto a los elementos de la narración nos encontramos ante un narrador omnisciente, como personajes principales al Cid y a la niña –secundarios, los guerreros del Cid–, el lugar donde discurre la acción es Burgos –elementos que indican el espacio: "a la puerta se acercaba" [v.3], "una niña se acercó" [v.6], "se alejó de la puerta por Burgos" [v.17], "llegó a Santa María" [v.18], "el Cid de nuevo cabalga" [v.20]–; el tiempo narrativo es una hora escasa –referencias al tiempo: "anoche llegó su carta" [v.8], "por Burgos veloz pasaba" [v.17], "Terminada su oración" [v.20]–. [ANÁLISIS LINGÜÍSTICO] Comienza aquí el largo exilio del Cid cantado durante siglos por tierras castellanas por los juglares. Este es el único casi íntegro que se conserva, firmado por Per Abad en 1307, más de un siglo después de la muerte del Cid. El primer Cantar, en el que nos encontramos, contiene algunos elementos históricos, no así los otros dos que son novelescos (inventados). La finalidad del Poema es la exaltación de la figura del primer gran héroe castellano frente a los condes leoneses (representados en los infantes de Carrión). [CONTEXTO HISTÓRICO LITERARIO] |